miércoles, 18 de febrero de 2009

La Voz Y Tecnicas de Respiración

La Voz


Primero que nada citare lo que el Doctor Agustín Pérez menciona como la definición de la voz, el dice que la voz es el sonido producido por la vibración de las cuerdas vocales al acercarse entre si como consecuencia del paso del aire a través de la laringe. En su interior se encuentran las cuerdas vocales (también llamadas pliegues vocales), las cuales son dos bandas del tejido muscular localizadas en la laringe e insertándose en sus cartílagos. Al abrirse se respira y al cerrarse se produce la fonación. Estas cuerdas vocales pueden tensarse o distenderse, lo que producirá sonidos agudos o graves.
Ya después de haber dejado claro lo que es la voz pasaremos a las técnicas de respiración y a las técnicas de lectura, estos son de suma importancia para nosotros los futuros comunicólogos, ya que con ellos podemos remediar o detectar algunos de los defectos que tenemos en la voz, en nuestra forma de leer o en nuestra manera de respirar que la mayor de las veces es normal para nosotros. En la búsqueda que realice me encontré con un pagina de Internet que decía Taller de radio, la cual era usada por una maestra de la Universidad Autónoma de Occidente, su nombre es María Eugenia Hernández Martínez, En ella encontré varios temas interesantes como algunos ejercicios de respiración, como también ejercicios de lectura, de modulación entre otros, mas adelante citare algunos ejercicios.

EJERCICIOS DE RESPIRACIÓN


La respiración correcta se denomina DIAFRAGMATICA, porque depositando el aire en el abdomen se logra que el músculo diafragma sea el soporte y la catapulta del aire que hará vibrar sus cuerdas vocales.
Aspire profundamente y mida el tiempo que puede leer hasta necesitar aire nuevamente, o, también, prolongue una vocal (Ejemplo Aaa...) y cronometre su duración hasta que se quede sin aire. Probablemente serán 10, 15 o 20 segundos los que duró su aire.
Esto quiere decir que no entró suficiente aire porque no hemos acostumbrado a nuestro reservorio (músculos abdominales y pulmones), a acumularlo. A esta falta de costumbre o de ejercicio, se debe que cuando aspiramos profundamente en un campo abierto tenemos sensación de ahogo.
· Entonces, entrenemos nuestro pecho para la respiración abdominal:
Por la nariz, aspire lentamente, cuidando de que el aire que toma empuje los músculos del abdomen. Sienta cómo su estómago tiende a levantarse. Usted no solamente está llenando sus pulmones sino también la cavidad abdominal.
Luego, también lentamente, eche el aire como si estuviera soplando suavemente. Claro, cuando suelte el aire, su estómago se irá desinflando. Se recomienda hacer esta práctica diez veces en la mañana y diez veces en la noche, durante siete días.
Poco a poco usted se dará cuenta de que su caja toráxica pide o está más dispuesta a recibir mayor cantidad de aire.
Estas respiraciones abdominales deben ser profundas y lentas. Nada ganará con ejercicios bruscos.
Siempre practique en posición de pie, levantando moderadamente la cabeza, soltando los brazos y sin tensiones musculares.
Para hacer las prácticas de respiración siéntase tranquilo y relajado. Cuidado especial: cuando respire, no levante el pecho ni los hombros.
En la segunda semana, aspire en la forma indicada (sintiendo como se llena su parte abdominal) y, luego de la aspiración profunda, detenga el aire por 10 segundos y luego suéltelo soplando lentamente. Esto realice diez veces en la mañana y diez, en la noche, durante una semana.
Con estos simples ejercicios, usted ya va conociendo la técnica de la respiración abdominal o diafragmática.
En la tercera semana ya vamos a aprovechar esa respiración para administrar mejor el aire y transformarlo en sonidos.
Para ello, al echar el aire, en lugar de soplar lentamente, emitiremos el sonido de la letra u, de manera continua, sin cortar la salida del aire: uu... La emisión del sonido debe ser suave, muy débil, para no gastar aire. Se recomienda la letra u porque la posición de los labios para pronunciarla evita que derrochemos aire.
Así empezamos a ejercitar una mejor administración del aire y el control de los múltiples músculos que intervienen en el lenguaje oral. No se preocupe si al principio le sale la letra “U” un poco temblorosa o con variaciones.
Justamente, eso le indicará que aún no domina la "salida del aire", porque, mediante el ejercicio continuo, sonará uniforme y firme. Así, nuestros sonidos pueden salir fuertes o débiles, dependiendo de la cantidad de aire que utilicemos en su emisión y de la técnica que utilicemos para fortalecer los músculos correspondientes.
A partir de la cuarta semana, y con el mismo ritmo de práctica, realice aspiraciones profundas y emita sonidos con diferentes vocales pero variando la intensidad; es decir, unas veces haciéndolas sonar fuerte y otras muy débiles. Obviamente, cuando produzca sonidos fuertes, el aire se le terminará más rápido; pero, así aprenderá a dominar su salida y a conocer variaciones de modulación.
En la quinta semana, entramos a la diferenciación de sonidos nasales: con el mismo aire, en vez de vocales, pronuncie las letras m y n. Para el efecto, aspire profundamente, haga sonar mm... y nn....alternadamente en cada respiración. Ponga especial atención a la repercusión de esos sonidos en toda su cabeza. Sienta como toda ella vibra. Notará que el aire sale por la nariz cuando dice mm... o nn... y que resuenan en su cabeza.
Compruébelo tapándose un segundito la nariz. Cada vez, trate de que esos sonidos se escuchen más fuerte.
Luego, mezcle esas consonantes con vocales. Por ejemplo: nnnaaa... nnneee... (Imitando un mugido) muuu..... etc.
Ahora usted, gracias a su respiración, podrá sentir la diferencia entre lo que es gritar y lo que es hablar alto. Cuando grita, está irritando su garganta y forzando sus cuerdas vocales. En cambio, cuando habla en alta voz, solamente está utilizando mejor su aire y proyectando más el sonido.
· Finalmente, otro ejercicio para controlar o administrar la salida de su aire: Tome una vela encendida y cerque sus labios a unos cuatro o tres centímetros de la llama (sin quemarse, por favor) y pronuncie prolongadamente la letra u. El sonido (aire) debe salir muy despacio. La práctica está en no apagar la llama. Desde luego, esto se conseguirá si domina, regula o administra su aire, porque si expele muy fuerte, apagará la llama.
Haga este ejercicio cuantas veces sea necesario hasta que diciendo: uuu... muy cerca de la llama, no la apague. Otra vez la comparación: así está aprendiendo a controlar la llave de aire.

Fuentes:
CORPORACION UNIVERSITARIA AUTÓNOMA DE OCCIDENTE
DIVISIÓN COMUNICACIÓN SOCIAL
PROGRAMA COMUNICACIÓN SOCIAL-PERIODISMO
MARIA EUGENIA HERNÁNDEZ MARTINEZ
SUB-AREA RADIO,
Docente Hora Cátedra
TALLER RADIO I

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